Los edulcorantes artificiales no ayudan con la diabetes – la causan

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Los microbios en nuestro tracto gastrointestinal energizan nuestro sistema inmunológico y mantiene nuestros niveles de insulina y azúcar en la sangre balanceados. El aspartamo y otros edulcorantes manufacturados sin calorías los están matando. ¡Alerta de acción!

Los edulcorantes artificiales están entre los aditivos de comidas más usados mundialmente, consumidos regularmente por personas delgadas u obesas por igual. Los productos que contienen edulcorantes artificiales traen con ellos enormes ventas y son ofrecidos como una alternativa saludable y segura al azúcar y al jarabe de maíz de alto contenido de fructosa. La ciencia, sin embargo, te cuenta una historia diferente.

Un importante estudio publicado en el diario Nature muestra que todos los edulcorantes artificiales inducen la intolerancia a la glucosa, lo cual lleva a la Diabetes de tipo 2. Un equipo de inmunólogos, genetistas moleculares y especialistas de enfermedades del tracto digestivo descubrieron que el consumo de productos que contienen edulcorantes artificiales cambia la composición y función de la microbiota de nuestro intestino.

Una microbiota es “la comunidad ecológica de microorganismos comensales, simbióticos y patógenos que literalmente comparten nuestro espacio en el cuerpo”. Joshua Lederberg acuñó el término para enfatizar la importancia de los microorganismos que habitan el cuerpo humano en materia de salud y enfermedad.

El equipo de investigación identificó vías metabólicas microbiales alteradas por edulcorantes que están vinculadas a nuestra susceptibilidad a enfermedades metabólicas. Ellos también demostraron como los edulcorantes crean una disbiosis (desbalance de microbios) en el cuerpo, lo que a su vez crea intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina – ¡incluso en humanos saludables! Y estos son los precursores de la Diabetes tipo 2. A la luz de estos descubrimientos, los autores están llamando a una reevaluación de nuestro uso masivo de edulcorantes artificiales.

Un NAS usado ampliamente, aspartame (comercializado bajos los nombres NutraSweet y Equal) es ingrediente de aproximadamente 6000 comidas y bebidas vendidas alrededor del mundo, incluyendo bebidas de soda dietéticas y otro tipo de bebidas suaves, desayunos instantáneos, mentas para el aliento, cereales, chiles sin azúcar, mezclas de chocolate, postres congelados, postres de gelatina, jugos, laxantes, suplementos vitamínicos masticables, bebidas de leche, drogas y suplementos farmacéuticos, mezclas para batidos, edulcorantes de mesa, tés, café instantáneo, mezclas para coberturas, enfriadores de vinos y yogurt – y por supuestos esos paqueticos que consigues en las mesas de un restaurant, al lado del azúcar.

El Dr Joseph Mercola considera el aspartame “la sustancia más peligrosa que se agrega a las comidas de hoy en día” y dice que es responsable de más del 75% de reacciones adversas a aditivos de comida que reportan a la FDA. Muchas de estas reacciones son muy serias, como convulsiones o la muerte. Una parte pequeña de estos 90 síntomas documentados varían desde dolores de cabeza, convulsiones y desde insensibilidad hasta depresión, problemas respiratorios, pérdida de la memoria y aumento de peso (¡esto es particularmente irónico para un producto de “dieta”!). Los investigadores descubrieron que muchas enfermedades pueden ser desencadenadas o empeoradas por el aspartame, incluyendo tumores cerebrales, esclerosis múltiple, epilepsia,  Parkinson, Alzheimer, linfomas y – otra ironía- diabetes.

En esta primavera pasada, PepsiCo anunció que la Pepsi de dieta y otras sodas dietéticas no seguirán teniendo aspartamo en su composición debido a la “percepción del consumidor” sobre su confiabilidad – y una década de ventas atroces (mira nuestro artículo sobre como los consumidores le exigen a Big Food a hacer cambios drásticos en esta edición de Pulse)

A principios de agosto pasado, en vez de aspartame, la Pepsi de dieta, la Pepsi de dieta sin cafeína y la Pepsi de dieta cereza salvaje contenían sucralosa, otro edulcorante artificial conocido como Splenda. Esto se ha convertido en una movida poco popular con sus consumidores, puesto que estos alegan que no les gusta el nuevo sabor.

Sin embargo, el problema no es que Splenda tenga un mal sabor. El problema es que también es peligroso. Como reportamos en el 2012, Splenda es simplemente azúcar clorada – o en términos químicos, un clorocarbono. La idea detrás de esto es que el cuerpo no lo reconozca como azúcar. Pero, como dice James Bowen, doctor y bioquímico entrenado en John Hopkins, el cloro es “el perro doberman de ataque de la naturaleza – un elemento atómico altamente agitable usado en como biocida en blanqueadores de ropa, desinfectantes, insecticidas, gas venenoso en la primera guerra mundial y ácido hidroclórico”. Los clorocarbonos comunes incluyen clordano y DDT, un producto tan dañino que ha sido vetado para el uso en agricultura en todo el mundo.

Clorocarbonos como la Splenda, parecen atacar el sistema nervioso humano y pueden producir cáncer, defectos de nacimiento y destrucción del sistema inmunológico. En pruebas animales, Splenda produjo hígados inflamados (como lo hacen todos los venenos de clorocarbono), calcificaciones en los riñones, reducción del tamaño de la glándula timo (el foco biológico del sistema inmunológico) y produjo inflamación en el hígado. Un estudio de la Universidad de Duke descubrió que Splenda altera la microflora del intestino, reduciéndola en casi un 50%.

Eso es correcto: la ciencia sugiere fuertemente que Splenda mata nuestros microbios intestinales, lo que esencialmente estropea nuestro sistema inmunológico.

Ahora, teniendo estudios que indican que todos los edulcorantes artificiales alteran, dañan y destruyen nuestra microbiota, y crean un desorden metabólico que lleva a la diabetes, obesidad y enfermedades crónicas, es momento de que reconozcamos que Splenda no es un sustituto apropiado para NutraSweet.

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