La inteligencia emocional es otro tipo de inteligencia
Cuando el concepto de inteligencia emocional apareció de manera masiva en 1995, funcionó como el eslabón perdido en un hallazgo peculiar. Las personas con IQ intelectual promedio superan en inteligencia emocional a los que tienen el IQ más elevado un 70% de las veces. Esta anomalía generó una brecha enorme en lo que muchas personas siempre habían asumido como la única fuente de inteligencia, el IQ. Décadas de investigación apuntan a que, de hecho, la inteligencia emocional es el factor crítico que distingue a las personas que sobresalen a nivel social.
La inteligencia emocional es ese “algo” dentro de cada uno de nosotros que es un tanto intangible. Afecta la forma en que manejamos nuestra propia conducta. Cómo navegamos a través de las complejidades sociales. Y cómo tomamos decisiones personales para alcanzar logros positivos.
La inteligencia emocional se compone de cuatro habilidades principales que se agrupan en dos competencias primarias. La competencia personal y la competencia social.
La competencia personal implica la autoconsciencia y las habilidades de autocontrol. Lo que se enfoca más en tu individualidad que en las interacciones con otras personas. La competencia personal es tu habilidad de mantenerte alerta con respecto a tus propias emociones y manejar tu conducta y tus inclinaciones.
- La conciencia de uno mismo es la habilidad de percibir de manera inmediata y exacta nuestras emociones en el momento en el que aparecen.
- El auto control es la habilidad de usar la consciencia de uno mismo para permanecer flexible y positivo en tu conducta.
La competencia social se construye de tu consciencia social y de las habilidades de manejo de relaciones. La competencia social es simplemente tu capacidad de comprender los estados de ánimo, conducta y motivaciones de otras personas para poder mejorar la calidad de tus relaciones.
- La conciencia social es la habilidad de detector con efectividad emociones en otras personas de y comprender qué sucede en su interior.
- El manejo de relaciones es la habilidad de usar la conciencia de uno mismo y la conciencia social para manejar con éxito las interacciones con otras personas.
La inteligencia emocional, el IQ y la personalidad son distintos.
La inteligencia emocional es un elemento fundamental del comportamiento humano que es distinto del intelecto. No hay ninguna conexión conocida entre el IQ y la inteligencia emocional. Simplemente no puedes predecir la inteligencia emocional basándote en qué tan inteligente sea alguien. La inteligencia es la habilidad para aprender. Y es la misma a los quince años que a los 50. La inteligencia emocional, por otra parte, es una dotación de habilidades flexibles. Que pueden ser adquiridas y mejoradas con la práctica. Aunque de manera natural algunas personas tienen más inteligencia emocional que otras. Puedes desarrollar un alto grado de inteligencia emocional incluso si no naciste con él.
La personalidad es la pieza final del rompecabezas. Es el “estilo” estable que nos define. La personalidad es el resultado de preferencias muy personales. Como la inclinación hacia la introversión. O la extroversión. Así como con el IQ, la personalidad es bastante estable a lo largo de la vida. Y no tiende a cambiar. El IQ, la inteligencia emocional y la personalidad en conjunto nos ayudan a explicar qué es lo que hace única a una persona.
La inteligencia de tipo emocional está vinculada al desempeño.
¿Qué tanto impacto tiene la inteligencia emocional en tu éxito profesional? La respuesta corta es: Mucho. Es una manea poderosa de concentrar tu energía. En una sola dirección. Con grandes resultados. En un estudio que midió la inteligencia emocional junto con otras 33 habilidades laborales importantes, se encontró que la inteligencia emocional era el mejor predictor del desempeño. Llegando a explicar hasta el 58% del éxito en todo tipo de empleos.
Tu inteligencia emocional es la base de una serie de habilidades críticas. Impacta la mayor parte de lo que haces y dices cada día.
De todas las personas que hemos estudiado en un ambiente laboral. Hemos encontrado que el 90% de los que mejor se desempeñan también tienen un alto grado de inteligencia emocional. Por otra parte, sólo el 20% de los malos trabajadores tienen un alto grado de inteligencia emocional. Puedes ser un gran trabajador sin necesidad de inteligencia emocional. Pero las posibilidades son realmente bajas.
Naturalmente, las personas con un alto grado de inteligencia de tipo emocional hacen más dinero que las personas con un bajo índice de la misma.
El vínculo entre la inteligencia emocional y las ganancias es evidente. Por cada punto que incrementa la inteligencia emocional, las ganancias anuales en el salario de una persona tienden a incrementarse en unos $1,300 USA. Estos descubrimientos sostienen que verdaderamente, personas en todos los niveles, de todas las industrias y en todos los lugares del mundo se benefician al tener un alto grado de inteligencia emocional. Aún no se ha descubierto un solo oficio en el que el desempeño y la paga no estén íntimamente ligados a la inteligencia emocional.
La inteligencia de tipo emocional se puede desarrollar
La comunicación entre las partes racionales y emocionales de tu cerebro es la raíz física de la inteligencia emocional. El camino de la inteligencia emocional comienza en el cerebro, en la médula espinal. La información de tus sentidos primarios ingresa por aquí y viaja hacia la corteza prefrontral de tu cerebro. Es aquí en donde puedes pensar de manera racional sobre las experiencias sensoriales. De cualquier forma, antes llegan al sistema límbico, el lugar en donde se generan las emociones. Así que tenemos una reacción emocional a los eventos mucho antes de incluso de que nuestro cerebro racional los analiza.
Requiere una comunicación efectiva entre los centros racionales y emocionales del cerebro.
La plasticidad cerebral es el término que se utiliza en neurología para referirse a la habilidad del cerebro para cambiar. Tu cerebro puede hacer crecer nuevas conexiones y aprender habilidades nuevas. El cambio es gradual. Al tiempo que las células de tu cerebro desarrollan nuevas conexiones para aumentar la velocidad y la eficiencia de la las tareas aprendidas.
Usar estrategias para incrementar tu inteligencia de tipo emocional permite que los billones de neuronas microscópicas tracen la ruta entre los centros emocional y racional de tu cerebro. Y que hagan crecer conexiones como ramas de unas células a otras. Una sola célula puede tener unas 15,000 conexiones con sus vecinas. Esta reacción en cadena de crecimiento asegura que sea más fácil aprender nuevas conductas en el futuro. Una vez que entrenes a tu cerebro, utilizando repetidamente estrategias de inteligencia emocional, las conductas derivadas de la misma se convierten en hábitos.
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