20 Gesto obsceno del ganador de oro (Moscú, 1980)
En unos Juegos Olímpicos plagados de acusaciones de las autoridades soviéticas a favor de sus propios atletas, el medallista de oro Wladyslaw Kozakiewicz se convirtió en un héroe polaco cuando mostró un gesto obsceno en las cuatro direcciones a los espectadores soviéticos que lo habían abucheado durante todo el evento. En respuesta a las demandas soviéticas que Kozakiewicz recibió para ser despojado de su medalla, el gobierno polaco afirmó que el gesto había sido un espasmo muscular involuntario.
21 El boicot en L.A. (Los Ángeles, 1984)
Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles fueron boicoteados por la Unión Soviética y 14 de sus aliados. Tal acto fue ampliamente considerado como una respuesta al boicot liderado por Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. En esta ocasión el cuadro de medallas estaba dominado por la Unión Soviética.
22 Gemelas tramposas se meten en un doble problema (Los Ángeles, 1984)
Cuando Madeline de Jesús se lesionó en el salto de longitud en los Juegos de Los Angeles en 1984, se sacó un truco astuto para seguir compitiendo. Simplemente, su hermana gemela idéntica, Margaret, la reemplazaría en la carrera de calificación 4×400. Mientras que hicieron el cambio su entrenador las atrapó y la sacó el equipo.
23 Funcionarios que sobornan a jueces de boxeo (Seúl, 1988)
En la final de peso medio de boxeo olímpico de Seúl, el estadounidense Roy Jones, Jr. colocó 86 golpes al surcoreano Park Si-Hun, quien sólo consiguió dar 32. Sin embargo, los jueces otorgaron el combate para la casa, 3-2. En 1997, una investigación concluyó que tres jueces de los partidos se habían entendido con funcionarios de Corea del Sur antes del partido. Jones se convirtió en el tercer y último boxeador para ser galardonado con el trofeo Val Barker al mejor boxeo estilística a pesar de no reclamar el oro. El incidente fue una razón clave para la introducción de un nuevo sistema de puntuación en las competiciones de boxeo en los Juegos Olímpicos.
24 Ataque al árbitro de boxeo (Seúl, 1988)
Descrito como el incidente más vergonzoso jamás visto en el boxeo olímpico, el resultado de un combate de peso gallo en los Juegos Olímpicos de Seúl tuvo consecuencias impactantes. Cuando el árbitro Keith Walker declaró que Bulgaria vencía a Corea del Sur por 4-1, técnicos, entrenadores y guardias de seguridad surcoreanos invadieron el anillo, rodeando al árbitro y atacándolo durante varios minutos antes de ser llevados fuera. Mientras tanto, el perdedor de Corea del Sur se sentó en el suelo y se negó a abandonar el ring por más de una hora. Se le permitió continuar la competencia después de garantizarle que tal incidente no se repetiría. Sin embargo, Walker abandonó el país inmediatamente.