Halleluja!
(¿Creen que fui demasiado lejos al pedirle de que lo convenciera de aplicar esas mismas habilidades en casa? digamos, limpiando su habitación de vez en cuando… Digo, la práctica hace al maestro ¿no?)
La alabé por sus esfuerzos, por su entereza, y por tener pantalones al momento de controlar toda una clase.
Por un momento pareció un poco desconcertada. Era como si estuviera esperando que yo pasara de las alabanzas a las justificaciones o las excusas.
Hubo un momento de silencio incómodo (Esto se vuelve cada vez más frecuente en mi vida)
Entonces me agradeció
El resto de la junta estuvo genial. Pero mientras intentaba dormir anoche, simplemente seguía recordando ese momento de la conversación en particular.
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