¿Qué pasaría si calentáramos un afilado cuchillo al rojo vivo y comenzáramos a experimentar con distintos objetos que todos tenemos en casa? Este artículo es para que nunca lo intentes. ¡Las consecuencias pueden ser inesperadas!
Este joven decidió por curiosidad replicar en casa un experimento que implicaba cortar distintos objetos con un cuchillo al rojo vivo. Pensó que todo sería inofensivo pero al final no fue así. Deberías leer este artículo hasta el final por precaución.
1: Primero calienta su cuchillo con un soplete casero, hasta que adquiere una coloración rojo intenso. ¡El metal puede llegar a alcanzar los 800° grados centígrados! ¡Esto es ocho veces la temperatura de ebullición del agua!
2: ¡El cuchillo puede cortar una esponja de baño como si fuera mantequilla! ATENCIÓN: Los gases que emite el material de la esponja al entrar en contacto con el acero caliente son tóxicos.
3: El cuchillo no sólo puede cortar los crayones sin ningún tipo de resistencia. También los hace burbujear por la temperatura. ¡Literalmente los derrite!
¿Qué pasa si lo intentamos con una pluma correctora? Puedes ver que el plástico cede al instante, dejando desparramado todo el contenido del corrector. Seguro ya te imaginas que el plástico también despide vapores tóxicos.
¿Pero qué pasa si intentamos con algo más inflamable?
Como unas varillas de chispa navideñas, por ejemplo. El acero está tan caliente, que es cómo si le prendiéramos fuego, ¡provocando una inesperada reacción en cadena!
Puedes verla con lujo de detalles en el siguiente video:
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