Cuando se recomienda que las personas renuncien al gluten para gozar de una salud plena, una de las respuestas más comunes es “yo nunca podría dejar el pan”.
No es ninguna sorpresa que el pan es delicioso, y probablemente fue un alimento básico para la mayoría de nosotros cuando estábamos creciendo. También es bastante tóxico. Para muchas personas, el gluten (y, por lo tanto, el pan) se asocia con inflamación intestinal, lagunas mentales, ganancia de peso, y enfermedad autoinmune. Para rematar, el trigo es especialmente susceptible al desarrollo de moho y a la contaminación por micotoxinas, por lo que trae consigo toda una serie de problemas de salud, desde trastornos hormonales a cáncer. No es de extrañar que tantas personas hoy en día estén eligiendo un estilo de vida libre de gluten.
A medida que la dieta libre de gluten crece en popularidad, también se produce el aumento de la oferta de pan libre de gluten y bajo en carbohidratos. Con frecuencia, los panes libres de gluten no son mejores que las hogazas de pan que imitan. Generalmente, tienen una carga glucémica igualmente elevada y contienen ingredientes derivados del maíz, la papa o la soja. Pero ¿qué pasaría si pudieras elaborar un pan delicioso y saludable, y comerlo con tranquilidad?
Es aquí donde entra en juego este pan cetogénico y bajo en carbohidratos. Es pura grasa y proteínas, entonces te mantendrá en un estado cetogénico quemador de grasas y productor de energía. También es un sustituto casi perfecto para el pan normal, desde su textura hasta su sabor. Pruébalo con manteca, sirve una hamburguesa o prepara un sándwich de bacon, lechuga y tomate con este pan. Es lo suficientemente firme y masticable como para reemplazar al pan en casi cualquier receta.
Receta del pan de tres ingredientes, cetogénico y bajo en carbohidratos
Ingredientes (Para 1 hogaza de pan):
- 6 huevos de aves criadas al pastoreo, separando la yema de la clara
- ½ taza de proteína del suero de leche de animales criados a pasto
- Manteca derivada de un animal alimentado con hierba (para engrasar el pan)
Elaboración:
1- Precalentar el horno a 325 grados Fahrenheit (162 °C). Utilizar las rejillas del medio del horno y quitar las rejillas de encima ya que el pan se expandirá mientras se hornea.
2- Enmantecar generosamente un molde de pan/fuente con la manteca de animal alimentado a pasto. (Nota al margen: de ser posible, utilizar un molde de cerámica. El pan se cocinará uniformemente sin pegarse, y los moldes de cerámica no dejan residuos químicos como sucede en el caso de los utensilios de cocina de Teflón).
3- Batir las 6 claras de huevo hasta que se formen picos firmes, una batidora a velocidad máxima funciona bien. Es importante batir las yemas hasta que los picos son en verdad muy firmes. Si no se baten lo suficiente, ellas de derrumbarán cuando se le agreguen las yemas de huevo y las proteínas del suero, y todo finalizará con un mejunje similar al poliestireno.
4- Añadir la ½ taza de proteína de suero y las 6 yemas, mezclar gentilmente a baja velocidad solo hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados. La masa será esponjosa y suave.
5- Verter la masa en la fuente preparada, y colocarla en el horno.
6- Hornear durante 40 minutos.
7- Retirar y dejar enfriar a temperatura ambiente. La hogaza de pan bajará hasta una altura normal.
8- Una vez que se ha enfriado completamente, desmoldar, rebanar y servir.
Las sobras se mantendrán en el refrigerador por algunos días.
Recomendación para recalentar: calentar un sartén de altura media y agregar ghee o manteca de animal criado a pastura, dorar las rebanadas de pan en el sartén hasta que estén ligeramente tostadas de cada lado, aproximadamente 30 segundos por lado. No sobrecalentar.
Ten en cuenta que el colesterol oxidado de las yemas de huevo cocidas puede causar un poco de inflamación, por lo que no es recomendable que comas este pan todos los días.