La transportación mecanizada es una de las cosas sin las cuales no podríamos vivir hoy. Sin embargo, el sistema actual de transportación viene acompañado de un alto número de problemas que incluyen el calentamiento global, la degradación del ambiente, problemas de salud mental, física, emocional y espiritual, junto con una gran cantidad de emisiones de gases invernadero. De hecho, la transportación es el sector que ocasiona aproximadamente el 25% del total de las emisiones de gases invernadero resultantes de la quema de combustibles fósiles.
Del total de gases invernadero emitidos por el transporte, el terrestre produce el 75% y se espera que este número incluso aumente en el futuro si no se toman medidas. Todo esto presiona a los gobiernos para que generen políticas que reduzcan las emisiones de gases invernadero del transporte, así como la demanda de combustibles fósiles.
Las estadísticas muestran que más del 90% del transporte terrestre depende del petróleo. Generalmente este porcentaje siempre va de la mano con el consumo global de petróleo, que se mantiene en 60%. Todos estos graves escenarios han acaparado la atención de muchos gobiernos que ya están buscando la manera de reducir este impacto ambiental.
En el marco de este esfuerzo global, la transportación es el sector más notorio, pues es el que contribuye más a la emisión de gases invernadero. La solución inmediata más evidente sería un esfuerzo verdadero por convertir los transportes para que sean verdes y amigables con el medio, lo cual implica promover tanto vehículos como hábitos que sean ecológicos y no emitan gases tóxicos en la atmósfera. La transportación verde es un esfuerzo que ya están haciendo muchos países y sus dos principales pilares son la transportación manual, como las bicicletas, además del transporte eléctrico.
La transportación verde implica el uso eficiente de los recursos, la modificación del transporte ya existente y la elección de alternativas más saludables para desplazarnos. Pero para que estos esfuerzos realmente tengan resultado, se requiere un compromiso tanto del Estado como de la población civil. Además, es fundamental el apoyo de la industria y las empresas que se dedican al transporte, pues éstas deben abrirse a nuevas formas de cubrir el requerimiento energético de sus unidades.
Formas verdes de transporte
Ya hemos aprendido que las formas existentes de transporte requieren en su mayoría cantidades excesivas de energía proveniente de combustibles fósiles, como el gas natural, el carbón y el petróleo. Todos podemos reconocer que este tipo de vehículos generan mucha contaminación, lo cual tiene un impacto directo sobre el ambiente y desemboca en severos problemas de salud. La promesa de tecnologías más innovadoras que dejan poca o nula huella en el medio parece ser la solución definitiva al problema.
Aunque es mucho más cómodo y conveniente manejar nuestro propio automóvil todos los días a la escuela o al trabajo, es necesario que las personas se hagan conscientes de las ventajas de compartir automóvil y viajar en transporte público. Y también es necesario que los gobiernos ofrezcan alternativas de calidad a este respecto.
Bicicleta
No es ningún secreto que usar la bicicleta en lugar del automóvil u otro tipo de transporte tiene enormes beneficios. Las bicicletas no sólo no emiten absolutamente ningún tipo de contaminante, además promueven la salud, el buen humor y la felicidad de quien las usa. Todo tipo de trayectos cortos pueden hacerse en bicicleta en lugar de usar el auto. Muchas personas están comenzando incluso a hacer trayectos más largos al trabajo o a la escuela y contabilizan el tiempo de transporte como tiempo de ejercicio de calidad.
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Bicicletas eléctricas
La bicicletas eléctricas son una gran alternativa para quienes por cuestiones de salud no pueden hacer el esfuerzo que implica una bicicleta normal en distancias muy largas, pero que tampoco desean contaminar. Dichas bicicletas funcionan por medio de una batería que las pone en marcha sin impactos medioambientales negativos. Muchas de ellas cuentan con un sistema de recarga que permite a la batería llenarse de poder con el mismo pedaleo. Las bicicletas eléctricas no pueden salir a grandes avenidas y su velocidad tiende a ser baja, pero siguen siendo una gran elección para hacer viajes a lugares cercanos.
Transportes eléctricos
Algunos tipos muy notables de vehículos eléctricos incluyen automóviles, motocicletas, trenes, botes, bicicletas y mono patines. Los vehículos eléctricos se alimentan enteramente de electricidad, por lo que no emiten ningún tipo de gas peligroso. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la electricidad tiene que venir de algún lado y muchas plantas eléctricas siguen usando combustibles fósiles y contaminando enormemente el ambiente. Por suerte, ya existen alternativas responsables con el medio para generar electricidad.
Optar por vehículos verdes alimentados por combustibles alternativos y por tecnologías avanzadas que cuidan el ambiente, ayuda a aligerar un poco la enorme carga que estamos poniendo en los hombros de la madre naturaleza. Cada vez más gobiernos en el mundo están haciendo un compromiso real para impulsar y promover estas tecnologías entre sus habitantes e industrias. Cada vez podemos ver más y más trenes completamente eléctricos, automóviles híbridos e infraestructura para que los ciclistas y los peatones puedan llegar seguros a su destino.
Trenes eléctricos
Los trenes eléctricos modernos hacen uso de una vía electrificada, además de implementos en la parte superior que actúan como células de energía y baterías. La ventaja de este tipo de trenes es que viajan a velocidades muy altas y al mismo tiempo se mantienen seguros y confiables.
Motocicletas eléctricas
Al igual que otros tipos de vehículos eléctricos, las motocicletas eléctricas no generan emisión alguna de gases invernadero, normalmente las alimenta una batería. Como siempre, hay que recordar que la energía eléctrica sólo es limpia cuando se genera a partir de recursos renovables y de bajo impacto ambiental. Una desventaja de las motocicletas eléctricas es que son bastante costosas, por lo cual no todas las personas pueden permitirse comprar una. Sin embargo, algunos expertos predicen que en el futuro estas motocicletas serán uno de los medios más populares de transporte.
La explosión incontrolada de vehículos en el mundo comenzó con la Revolución Industrial, pero nunca se habían visto en cantidades tan elevadas como las actuales. Aunque el florecimiento de la economía es algo que alegra a muchas personas y que va de la mano con el avance de la civilización, la realidad es que no podemos dejar de lado a la naturaleza y sus necesidades ambientales. Por eso, muchos están comenzando a buscar maneras más ecológicas de moverse por la ciudad, e incluso están empezando a compartir sus vehículos con otras personas.
Compartir el auto
Compartir el auto es una tendencia que está ganando mucha popularidad hoy en día. Grupos de compañeros de trabajo o del colegio comienzan a ponerse de acuerdo para usar un solo automóvil al día al máximo de su capacidad. De esta manera, en lugar de contaminar lo que cinco autos, contaminan lo que uno. Además están haciendo un gran ahorro y es una buena manera de socializar.
Este tipo de vehículos son responsables del 9% del total de las emisiones de gases tóxicos. Utilizar energía y combustibles biológicos en lugar de combustibles fósiles regulares, administrar correctamente las necesidades de transporte y ofrecer alternativas verdes y viables para el bolsillo de las personas es una preocupación que debería ser prioritaria para todo el sector del transporte.
Autos híbridos
Son aquellos que pueden usar gasolina y también electricidad. La gran mayoría de ellos están programados para cargar de forma automática sus baterías mientras el modo de combustible se encuentra activo. Las emisiones de gases invernadero de los autos híbridos son mucho más bajas. Incluso, pueden ser de sólo el 10% comparado con las emisiones de los autos de gasolina. Aunque los autos híbridos contribuyen poco a la emisión de gases invernadero, también presentan desventajas. Las baterías de estos autos tienen cierto impacto ambiental, porque algunas de sus sustancias son muy dañinas para la naturaleza cuando se desechan.
Por último, es importante mencionar que la mejor manera de transportarnos es caminando. Así que salir media hora antes para llegar a nuestro destino a pie es una decisión muy responsable con nuestra salud y con la salud del ambiente.
Beneficios de los transportes verdes
La transportación verde tiene un amplio margen de beneficios tanto para el ambiente, como para la salud, la economía y la calidad de vida de los individuos. Algunos de estos beneficios son:
Los transportes verdes no utilizan la quema de combustibles fósiles para propulsarse, lo cual significa que no emiten dañinos gases invernadero al medio. Cambiar nuestros métodos de transportación actuales por métodos más ecológicos puede representar la diferencia entre destruir o no el ambiente.
Adoptar medios de transporte verdes como las bicicletas, compartir nuestros autos y usar automóviles eléctricos puede, además, hacerte ahorrar mucho dinero a lo largo del año.
El desarrollo, manufactura y distribución de medios verdes de transporte es un sector económico que está creciendo mucho y está generando un montón de empleos. Impulsar a las industrias del transporte responsable no sólo salva el planeta, además activa la economía de una manera mucho más saludable para todos.
Los combustibles fósiles son recursos naturales limitados. Al ritmo en que los estamos explotando, no falta mucho para que ya no estén disponibles y sus precios se disparen hasta lo impagable. Queramos o no, en el futuro los transportes ecológicos serán la única alternativa. Depende de nosotros qué tanto deseamos llevar el problema hasta sus últimas consecuencias o comenzar a darle una solución verdadera ahora, antes de que degrademos aún más a la Tierra.
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