Bert y John Jacobs son los creadores de la empresa de camisetas “life is good”, cotizada en más de 100 millones de dólares. Ellos fueron los hijos menores en una familia de bajos ingresos con seis hijos, en un vecindario de Boston. Cuando los hermanos se encontraban en la secundaria, sus padres casi mueren en un violento accidente automovilístico. Su madre logró escapar del accidente con tan sólo un par de huesos rotos. Sin embargo, el padre perdió completamente el uso de su mano derecha.
En los meses que siguieron, el estrés de la terapia física convirtió a su padre en una persona difícil y amargada.
“Nuestro padre solía quejarse mucho cuando estábamos en la escuela” Dice John. “Y la vida ciertamente no era perfecta. A menudo la familia se veía rodeada de problemas y carencias”
Pese a que la situación en casa no era la ideal, su madre, Joan, aún creía que la vida era buena. Cada noche, cuando se sentaban en la mesa para comer la cena, ella le requería a cada uno de sus seis hijos que le dijeran alguna cosa buena que les hubiera pasado durante el día.
Este pequeño detalle hizo toda la diferencia para estos chicos durante los tiempos difíciles. De hecho, lo cambió todo.
“Pese a que las palabras de nuestra madre eran muy sencillas, lograban cambiar toda la energía del comedor” Escriben los hermanos. “Antes de darnos cuenta, estábamos riéndonos de la mejor, la más graciosa o bizarra parte de nuestro día”. “Ese optimismo era algo que nuestra familia siempre tuvo, incluso cuando no teníamos casi nada más” narran.
Su madre les demostró que el optimismo es una decisión valiente que haces cada día.
Los muchachos han abrazado esa filosofía para cada aspecto de su vida. Después de algunas experiencias de negocio difíciles, comenzaron su propia compañía de camisetas en 1994. Era tan pequeña que debían venderlas por las calles de Boston. Con camisetas con la simple ilustración de un muñequito de palo con una boina, y el eslogan “la vida es buena”, los chicos fueron detrás de su pasión. Al principio fue difícil, pero continuaron recordándose a sí mismos el hecho de celebrar alguna cosa buena que les hubiera pasado durante el día.
Y, como su mamá quería, siempre tuvieron una actitud positiva.
El tiempo pasó rápidamente, y los hermanos siempre conservaron su actitud positiva. Y lo atribuyen al gran éxito que tuvo su compañía. “Live is good” se vende ahora en cerca de 4,500 tiendas alrededor del mundo, está valuada en más de 100 millones de dólares, y adicionalmente promueve un estilo de vida saludable por todos lados.
Esto es una gran demostración de que una actitud positiva y el hecho de ser agradecido, puede llevarte muy, muy lejos en el camino.
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