La ansiedad social es una lucha diaria. Como seres humanos, tenemos una profunda necesidad de conexión personal. La ansiedad social inhibe fuertemente esto. Su presencia puede causar que incluso las pequeñas tareas sean realmente difíciles.
Muchos de nosotros nos volcamos en la espiritualidad como mecanismo de defensa, pero incluso allí con mucha frecuencia encontramos desaprobación. Ciertos estudios sugieren que las personas espirituales son más propensas a desarrollar enfermedades mentales. A menudo, hay animosidad entre las personas que abrazan y las que rechazan un estilo de vida espiritual. Este modo de pensar, junto con el estigma de la enfermedad mental, han llevado algunos titulares desalentadores. El que menos me gusta viene del diario Daily Mail. Se lee: Las personas espirituales son más propensos a ser enfermos mentales (pero al menos piensan que la vida tiene más sentido).
Soy una persona espiritual que sufre de una enfermedad mental diagnosticada. De hecho, a menudo me apoyo en mi espiritualidad para fortalecerme cuando mi ansiedad social está tomando el control.
COMPRENSIBLEMENTE, TOMÉ COMO UNA GRAN OFENSA ESTE TITULAR.
A veces la desaprobación de la sociedad hacia las personas con dificultades mentales puede hacer tambalear nuestra confianza. Nos hace preguntarnos si hay algo profundamente e inherentemente mal con nosotros. Sin embargo, al examinar el tema un poco más, esto no prueba que sea el caso.
RESULTA QUE, LA ANSIEDAD SOCIAL NO ES UNA SEÑAL DE QUE ALGO ESTÉ MAL CON NUESTRO CARACTER. SIN EMBARGO, PUEDE QUE SEA UNA SEÑAL DE QUE ALGO ESTÁ MARAVILLOSAMENTE BIEN.
En primer lugar, vamos a reconocer la ansiedad por lo que es. La ansiedad es una estrategia evolutiva diseñada para mantenernos – y a nuestros seres queridos – a salvo del peligro. De hecho, las personas con ansiedad social han demostrado tener una mente más altruista. Estamos más atentos y prestos a alertar a otros frente a una amenaza. Esto puede explicar por qué las muejres, especialmente las madres, tienden a experimentar niveles más altos de ansiedad. Estamos biológicamente programadas para protegernos nosotros y a nuestras familias. Tomamos esta responsabilidad muy en serio.
LA ANSIEDAD SOCIAL, ENTONCES, NO ES UNA INCAPACIDAD PARA HACER CONEXIONES. ES MÁS UNA TENDENCIA A VALORAR ESAS CONEXIONES CON MÁS FUERZA.
Esta idea también puede explicar por qué las personas con ansiedad social tienden a ser más empáticos. Los estudios han demostrado que las personas que sufren de ansiedad social son más sensibles y comprensivos a los sentimientos de los demás que los que no lo padecen. No son sólo nuestros propios problemas que nos mantienen en estado de alerta. Cuando nuestros seres queridos sienten dolor, nos duele también. Nuestros corazones están abiertos, y sienten profundamente. Incluso podemos experimentar un trauma indirecto cuando nos enfrentamos con el dolor de un buen amigo.
No son sólo nuestros corazones que son fuertes. Una mente que padece ansiedad social puede ser un regalo disfrazado. Investigaciones de la Universidad de Lakehead y del SUNY Downstate Medical Center han demostrado que existe una fuerte correlación entre la ansiedad social y una gran inteligencia. Esto no es sorprendente, pues la ansiedad en sí es un ejercicio de la función cerebral. Las personas ansiosas están constantemente analizando, creando ideas y procesamiento de información. En todo caso, hacemos estas cosas a un ritmo más rápido en comparación con una persona típica. Por lo tanto, cuando se trata de resolver un problema real, nuestros cerebros están calientes y listos para la acción.
«No te preocupes si la gente piensa que estás loco. Estas loco. Tienes ese tipo intoxicante de locura que permite a las personas soñar fuera de as líneas y convertirse en lo que están destinados a ser «, escribió Jennifer Elisabeth.
Si sufres de ansiedad, es importante que aprendas a manejarlo. Terapia, medicamentos, respiración profunda, el ejercicio, llenar tu mente, aceites esenciales, y millones de otras herramientas pueden ser eficaces. La mayoría de las personas requieren una combinación de varias estrategias. No obstante, no pierdas de vista lo que eres. Tu ansiedad social es una carga dolorosa, pero viene junto con algunos regalos valiosos. Aprende a dominar tu ansiedad. Aprende como manejar tu alta capacidad de empatía y tu inteligencia. Pronto, serás una fuerza imparable.