Esta increíble historia lleva un tiempo circulando por internet. El mensaje es indiscutiblemente una lección para todos nosotros.
La premisa: Un atlético chico de preparatoria salva a un pequeño niño de lentes del bully. Muchos lo consideraban un nerd, pero este chico dio un paso al frente para defenderlo.
No fue sino hasta después de cuatro años de que s conocieron y se volvieron amigos cercanos, que él supo la verdadera consecuencia de ese generoso acto de amabilidad. Lee hasta el final.
La historia:
Un día, cuando tenía poco de haber ingresado al bachillerato, vi a un chico de mi clase caminando hacia su casa. Noté que estaba cargando un montón de libros.
Lo que pensé fue “¿Quién se lleva todos esos libros a casa en viernes? “Probablemente sea un nerd.»
Tenía un largo fin de semana por planear, fiesta y tarde de deportes con mis amigos al día siguiente, así que simplemente me encogí de hombros y continué caminando.
Mientras caminaba, vi una que una pandilla de chicos salidos de algún sitio comenzaban a rodearlo. Corrieron hacia él, consiguiendo que se le cayeran todos los libros, y luego lo empujaron de tal manera que él mismo cayera en el lodo. Sus lentes salieron volando y aterrizaron a unos tres metros de distancia.
Cuando levantó la cabeza, vi una tristeza terrible en sus ojos y mi corazón se estremeció. Así que troté hacia él mientras se arrastraba buscando sus lentes. Había comenzado a llorar.
Mientras le alcanzaba sus lentes, dije “esos sujetos son unos idiotas, realmente deberían conseguirse una vida”. Él me miró y dijo “ ¡Gracias!”. Había una gran sonrisa en sus ojos. Era una de esas sonrisas que demuestran verdadera gratitud.
Lo ayudé a recoger sus libros, y le pregunté dónde vivía. Resultó que vivía cerca de mi casa, así que le pregunté por qué nunca lo había avisto antes. Dijo que antes había asistido a una escuela privada. Nunca me había juntado con un niño de escuela privada antes.
Se llamaba Kyle. Hablamos en nuestro camino a casa, y cargué sus libros. Resultó ser un niño bastante agradable. Le pregunté si quería jugar football conmigo y con mis amigos al día siguiente. Dijo que sí.
Nos divertimos todo ese fin de semana, y mientras más conocía a Kyle, mejor me caía. Mis amigos pensaban lo mismo de él.
Vino la mañana del lunes, y allí estaba Kyle, regresando a la escuela con su gran pila de libros de nuevo. Lo detuve en el camino y le dije “demonios muchacho, ¡de verdad vas a hacer unos grandes músculos en los brazos si sigues cargando tantos libros cada día!”. Él sólo se rió y me pasó la mitad de los libros. Durante los siguientes cuatro años, Kyle y yo nos volvimos los mejores amigos. Cuando estábamos por graduarnos y comenzamos pensar en el futuro, decidimos a ir a universidades distintas. Yo sabía que siempre seríamos amigos, y que la distancia nunca iba a ser un problema.
Él iba a ser un doctor, y yo iba a estudiar negocios con una beca deportiva. Kyle salió con los mejores resultados de la clase.
Yo siempre bromeaba con él sobre el hecho de ser un nerd. De hecho, le tocaba preparar el discurso para la graduación. Yo estaba muy feliz de no tener que escribir un discurso, y mucho menos, leerlo en público, pero el parecía conforme con su tarea.
El día de la graduación, vi a Kyle. Se veía genial. Era uno de esos muchachos que realmente se encuentran a sí mismo durante el bachillerato. Terminó de crecer, y los lentes de hecho, lo hacían ver atractivo. Tenía más citas que yo y las chicas lo adoraban. Algunas veces incluso me ponía celoso.
Ese día, pude ver que estaba muy nervioso con respeto a su discurso. Así que le palmeé la espalda y le dije “lo harás de maravilla, nerd”. Me miró con una de esas miradas llenas de agradecimiento y dijo “gracias”
Cuando comenzó el discurso, carraspeó un poco, y continuó:
“La graduación es un momento para agradecerle a aquellos que te ayudaron en tiempos difíciles. Tus padres, tus hermanos, tus compañeros, tu entrenador, pero, principalmente, a tus amigos. Estoy aquí para decirles a todos ustedes que ser amigo de alguien es el mejor regalo que puedes ofrecerle. Voy a contarles una historia”
Yo sólo miraba a mi amigo, sin poder creerlo, mientras contaba la historia del día en que nos conocimos.
Estaba planeando matarse ese fin de semana. Habló de cómo había limpiado el mismo su casillero para que su mamá no tuviera que ir luego a recoger sus cosas a la escuela.
Me miró y me dedicó una sonrisa fugaz. “Gracias al cielo, alguien me salvó de hacer lo indecible”. Escuche muchas gargantas tragar saliva mientras el chico guapo y popular de la escuela contaba la verdad sobre sus momentos más duros.
Vi a su madre y a su padre mirándome y sonriéndome con un afecto conmovedor. Nunca hasta ese momento, me di cuenta de qué tan profundo era su cariño.
Nunca subestimes el poder de tus acciones. Con un pequeño gesto puedes cambiar la vida de una persona.
Comparte esta estremecedora historia con tus amigos
MIRA ESTOS ENLACES:
Motos Escoltaron Adolescente Con Síndrome De Down A Su Primer Día De Preparatoria
10 Enseñanzas De Madres Fuertes A Sus Hijas