En un instante, un ataque cardíaco puede cambiar todo sin previo aviso. Un infarto es un bloqueo de una arteria, la cual es una vía esencial para que la sangre sea transportada por todo el cuerpo.
En América, hay 735,000 ataques cardíacos al año, y aproximadamente el 15% de las personas que sufren un infarto morirán de esta causa. Es una buena idea mantenernos informados y sensibilizados acerca de los síntomas de un ataque cardíaco ya que la atención médica inmediata es el mejor camino para la supervivencia.
¿Cómo ocurre un ataque cardíaco?
Aunque un infarto puede ocurrir en un instante, no surge de la nada, sino que este suceso conlleva muchos años de daño y problemas dentro del cuerpo.
Nuestras arterias están diseñadas para ser lisas y permitir que el flujo de sangre pase libremente, al fin y al cabo, durante cada segundo que hemos estado vivos la sangre se está moviendo a través de todo el cuerpo, el flujo nunca se detiene, y cuando lo hace es un grave problema.
Un bloqueo comienza con el daño a la pared de una arteria; este daño puede estar causado por una variedad de cosas, tales como radicales libres, inflamación, antioxidantes bajos, etc. Esta lesión puede empeorar con la presencia de LDL pequeñas y densas, y/o lipoproteína-a o Lp(a), 2, 3 que están influenciadas por factores nutricionales y por el estilo de vida.
3 nutrientes para reducir la probabilidad de tener un ataque cardíaco
Una de las mejores formas para atenuar la posibilidad de sufrir un infarto es a través de una buena nutrición y estilo de vida. También podemos utilizar nutrientes específicos para disminuir la probabilidad de un ataque cardíaco. En este artículo mencionaremos a tres de ellos: CoQ10, PQQ y glutatión.
1- PQQ
La pirroloquinolina quinona (PQQ) es un compuesto parecido a una vitamina, la cual ayuda al cuerpo en numerosas acciones. La PQQ participa del ciclo celular en el cuerpo. Puede hacer esto actuando como un antioxidante y neutralizando los radicales libres que pueden causar daño a nuestro revestimiento arterial.
También desempeña un papel importante en la producción de nuevas mitocondrias, las centrales de energía de nuestro cuerpo. Nuestro corazón trabaja constantemente, por lo tanto, necesita un suministro permanente de energía. Sin este aporte, nuestro corazón no puede trabajar. La PQQ puede contribuir a mantener nuestro corazón funcionando óptimamente.
Donde la PQQ se destaca realmente con respecto a los ataques cardíacos es en su contribución para prevenir que sucedan otros de estos eventos en el futuro. Los individuos que tienen un infarto poseen un riesgo mayor de tener otro, y parte de estos sucesos se producen como consecuencia del daño causado por el primero.
Se ha demostrado que la PQQ disminuye el daño causado por un ataque cardíaco. Por eso, si estas en riesgo de sufrir un infarto, la suplementación con PQQ puede ayudarte a evitar que ocurra, y si ya tienes o has tenido un ataque cardíaco la PQQ te ayudará a prevenir que se produzca otro.
La PQQ se encuentra en la mayoría de los alimentos integrales, lo que significa que cuanto mejor sea tu dieta, más posibilidades tendrás de prevenir un infarto. También puede ser tomada en forma de suplementos y se ha probado que es segura para ser consumida durante cuatro semanas, en dosis de 60 mg, y una cantidad de 20 mg resultaría segura para ser tomada por un período más largo de tiempo.
Solo porque la PQQ puede ser tomada en forma de suplementos no significa que esto deba ser una excusa para comer de manera poco saludable. Una alimentación de calidad pobre incrementa la probabilidad de tener un evento cardíaco.
2- CoQ10
La coenzima Q10 (CoQ10) es un nutriente crucial en el cuerpo y es vital para el funcionamiento correcto del corazón. La CoQ10 es un antioxidante soluble en grasas, el cual ayuda a prevenir el daño celular.
Todos tenemos la capacidad de producir y sintetizar CoQ10 por nosotros mismos. Desafortunadamente, nuestra capacidad productiva cae una vez que alcanzamos los treinta, lo que implica que necesitamos depender en mayor medida de fuentes externas, como la suplementación.
La coenzima Q10 también juega un importante papel vital en la producción de energía. Las estatinas (una clase de medicamentos de prescripción) pueden inhibir la capacidad del cuerpo de sintetizar CoQ10. Nuestro corazón, necesita de grandes cantidades de energía para funcionar y si no se produce suficiente cantidad, podemos terminar con una falla cardíaca. Si se consumen estatinas, es esencial recibir suplementos de CoQ10 también.
La CoQ10 juega un importante rol en la prevención de ataques cardíacos. La CoQ10 está presente en la Lp(a), la cual puede ser un factor causante en los infartos, y se piensa que inhibe la expresión del receptor de Lp(a), y consecuentemente causa una disminución de los niveles en el cuerpo y de la posibilidad de un ataque cardíaco.
También, debido a la función antioxidante de la CoQ10, este nutriente ayuda a prevenir el daño a las paredes arteriales y la acumulación de placa. Los individuos con problemas cardíacos han sido identificados como portadores de niveles anormalmente bajos de CoQ10.
Existen dos tipos de CoQ10 en el mercado, ubiquinol y ubiquinona. El ubiquinol ofrece una absorción superior y ha demostrado ser más efectivo. Cuando compramos un suplemento de CoQ10, es recomendable que esté en una base de aceite, para que sea absorbido.
Que la CoQ10 sea soluble en grasas significa que para que se absorba debe estar acompañada de alguna grasa. La CoQ10 es un nutriente que no debe ser pasado por alto cuando se trata de optimizar nuestra salud cardíaca, especialmente si ya tenemos algún problema de corazón.
3- Glutatión
El glutatión con frecuencia es denominado el antioxidante magistral del cuerpo. Es increíblemente poderoso, y tenemos la capacidad de sintetizarlo dentro de nuestras células. Cuando se trata de glutatión y ataques cardíacos, necesitamos hablar de la homocisteína, la cual daña a las arterias, al ADN y al cerebro.
La homocisteína es creada en el cuerpo a partir de la metionina, un aminoácido. Producimos glutatión, nuestro antioxidante magistral, de la homocisteína.
Sin embargo, el problema surge cuando la homocisteína no es capaz de ser convertido y, como consecuencia, permanece como homocisteína que puede causar daño en nuestro cuerpo. Niveles mayores de homocisteína han sido encontrados en pacientes con infarto. La conversión de homocisteína a glutatión requiere de vitamina B6, no es posible sin ella.
Por ende, es esencial la adecuada ingesta de vitamina B6 para prevenir un ataque cardíaco. Algunas fuentes de vitamina B6 son los vegetales de hoja verde, los granos integrales y los vegetales marinos (nori, dulce, alga marina).
Debido a que el glutatión es un antioxidante magistral, también puede ser beneficioso suplementarlo para ayudar a prevenir el daño de los radicales libres a nuestras arterias. La suplementación con el mismo glutatión puede provocar que el mismo sea desglosado en sus componentes aminoácidos, por lo que puede ser más efectivo si se lo suplementa con N-acetilcisteína (NAC) para incrementar los niveles corporales de glutatión.
El glutatión es extremadamente importante y puede ayudar a mejorar nuestra salud y a prevenir muchas enfermedades, incluyendo los ataques cardíacos.
Conclusión
Un ataque cardíaco es algo que ninguno de nosotros quiere experimentar, y existen formas de prevenir que ocurra o que se repita, tales como una dieta saludable y el ejercicio. También podemos darnos un pequeño impulso con PQQ, CoQ10 y glutatión, nutrientes esenciales para prevenir los infartos.