¿Tienes la lupus, artritis reumatoide, enfermedad de Hashimoto, esclerosis múltiple, o alguna otra enfermedad autoinmune? De ser así, puedo decir sin ninguna duda que el gluten encendió la llama de tu enfermedad, y continuar comiéndolo es simplemente agregar gasolina al fuego.
El gluten, una proteína encontrada naturalmente en ciertos granos, es ahora encontrada casi en todas partes en el mundo moderno. Está por supuesto en productos basados en la harina como la pasta y el pan, pero también es utilizado como relleno en medicamentos y suplementos, es el pegamento que une a los sustitutos de la carne, está en los productos para el cuerpo como el champú y la crema dental, y gracias a la contaminación cruzada, está incluso en granos marcados como libres de gluten.
Quisiera destacar que es gluten de hoy en día no es el mismo gluten que tus abuelos comían. Para crear panes esponjosos y trigo más duro, los científicos desarrollaron las ramificaciones híbridas del trigo que contienen formas completamente nuevas de gluten no encontradas en ninguna de las plantas originales, y esto es lo que hace que nuestros pasteles y panes sean más grandes y esponjosos. Los científicos también pudieron desaminar el gluten, lo cual le permite ser disuelto en líquidos y otros productos que previamente no contenían gluten, como la carne enlatada y el champú. Esto dos factores significan que no solo estamos comiendo un tipo diferente de gluten al que comían nuestros ancestros, sino que ahora estamos más expuestos y comemos más de él.
Esta proteína modificada y ahora común causa problemas tanto en tu estómago como en tu sistema inmune, creando una condición perfecta para el desarrollo y progreso de enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Incluso si no tienes una enfermedad inflamatoria o autoinmune, comer gluten todavía puede ser dañino para tu salud, ya que ha sido vinculado con más de 55 enfermedades. La conclusión es que si tienes una enfermedad autoinmune o cualquier condición inflamatoria, no deberías estar comiendo gluten, y punto. Aquí te explicamos por qué en tres razones.
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El gluten causa el síndrome del intestino permeable
Cuando comes gluten, sea por un pedazo de pan, el relleno usado en las carnes, o en cualquiera de las muchas fuentes ocultas, este viaja a través de tu estómago y llega a tu intestino delgado, en el que según el Dr. Alessio Fasano causa la liberación de zonulina. La zonulina es un químico que le envía la señal a las estrechas paredes de tu intestino para que se abran, creando permeabilidad intestinal, también conocida como síndrome del intestino permeable.
Puedes pensar en el revestimiento de tu intestino como un puente levadizo. Hay barcos diminutos (micronutrientes de la comida) que deben ir y venir y pueden pasar debajo del puente sin ningún problema. Pero, cuando el gluten libera la zonulina, causa que el puente levadizo suba, permitiendo que barcos más grandes (proteínas grandes como el gluten) crucen por donde no se supone que deban pasar. En el caso de tu intestino, se trata de microbios, toxinas, proteínas, y partículas de comida parcialmente digeridas que pasan por debajo del puente levadizo y se escapan hacia tu torrente sanguíneo.
Esta condición del síndrome del intestino permeable ha sido demostrada mediante la investigación del Dr. fasano (y luego afirmada en mi propia práctica) como una de las condiciones previas para desarrollar una enfermedad autoinmune. Y una vez que tienes una enfermedad autoinmune, dejar tu intestino permeable sin tratamiento puede causar que tu condición progrese y te coloca en un riesgo mayor de desarrollar otra enfermedad autoinmune. Entonces, ¿cuál es el vínculo entre un intestino permeable y la enfermedad autoinmune?
Ya que todas las toxinas, microbios y partículas de alimentos como el gluten que ahora inundan tu torrente sanguíneo no deberían estar ahí, tu sistema inmune los marca como invasores peligrosos y crea inflamación para deshacerse de ellos, lo cual nos lleva al punto número 2.
2. El gluten causa inflamación
Si tienes una enfermedad autoinmune, eso significa que en algún momento tu sistema inmune se reveló y empezó a atacar los tejidos de tu propio cuerpo. Este cambio desde saludable hasta autoinmune no es instantáneo, ocurre con el paso de los años. Como explico en mi libro, es un rango, y el factor que te impulsa en ese rango hacia la autoinmunidad es la inflamación.
La inflamación es la respuesta natural de tu sistema inmune para cualquier cosa que parezca peligrosa, sea una cortada, un virus, o el gluten que comiste en una porción de pastel de cumpleaños y que pasó a través de tu intestino permeable. Se estima que 1% de la población tiene enfermedad celíaca y una de cada 30 tiene sensibilidad al gluten, y comer gluten causa inflamación cada vez que lo comen. Además, un estimado de un 99% de las personas que tienen sensibilidad al gluten no son diagnosticadas, así que conviven con la inflamación si ni siquiera saber la razón.
Cuando tu sistema inmune está continuamente creando inflamación en respuesta del gluten que estás comiendo, tu intestino permeable, y los microbios y toxinas inundando tu torrente sanguíneo, desarrollas una inflamación crónica. Tu sistema inmune ahora está estresado y es menos capaz de atacar patógenos e invasores con precisión. En su lugar, comienza enviar oleada tras oleada de ataques indiscriminadamente para tratar de luchar contra los invasores. Eventualmente, los tejidos de tu propio cuerpo terminan recibiendo al ataque y tú terminas con una enfermedad autoinmune.
La única manera de darle a tu sistema inmune el descanso que necesita para recuperar su precisión y que deje de atacarte por error, es eliminar el gluten por completo. Esas últimas dos palabras “por completo”, son importantes porque investigaciones recientes han demostrado que comer gluten puede elevar los anticuerpos del gluten por hasta tres meses, significando que incluso si comieras gluten 4 veces al año, sufrirías un estado de inflamación por todo el año.
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El gluten se parece a tus propios tejidos
Más allá de crear un intestino permeable, el gluten es un riesgo serio para aquellos de nosotros con enfermedad autoinmune por un fenómeno llamado imitación molecular, que es un caso peligroso de identidad equivocada.
Cada vez que tu cuerpo está expuesto a un invasor (en este caso el gluten), tu sistema inmune memoriza su estructura para poder desarrollar la defensa perfecta para ese patógeno y reconocerlo en el futuro. Desafortunadamente, el sistema de reconocimiento del sistema inmune no es perfecto, y mientras la estructura de una molécula sea suficientemente parecida, el sistema inmune la registra como un invasor y la ataca. El gluten, que es una proteína particularmente grande, resulta ser similar estructuralmente a varios de los tejidos de tu cuerpo, particularmente tu tiroide. Recuerda si tienes una enfermedad autoinmune, tienes un intestino permeable y cuando tú puente levadizo está abierto, las proteínas grandes como el gluten llegan hasta tu torrente sanguíneo, donde tu sistema inmune las detecta y las ataca.
En aquellos con enfermedad autoinmune en la tiroide, cada vez que comen gluten el sistema inmune envía anticuerpos para detectar y destruir el gluten, pero ya que el gluten y la glándula tiroides son tan similares, algunas de esas células inmunes terminan atacando la tiroide por error.
Hay muchas otras proteínas alimentarias, como la caseína y los lácteos, que tienen una estructura molecular similar al gluten. Por esta imitación molecular, cuando comes lácteos tu cuerpo puede confundirse y creer que te comiste un plato de pasta, causando una reacción inmune.
Cómo sanar el daño causado por el gluten
Si tienes una enfermedad autoinmune o estás en cualquier lugar del rango autoinmune, lo mejor que puedes hacer es eliminar el gluten al 100% tan pronto como sea posible. Si no lo haces, el gluten mantendrá la permeabilidad de los tejidos de tu intestino delgado, el cuerpo puede confundir su propios tejidos con gluten por la memoria molecular, y tu cuerpo permanecerá en un estado crónico de inflamación.