El azúcar está en todas partes en la dieta moderna y no existe duda que nos hace obesos, cansados y enfermos. No puedes encender la televisión sin que un comercial tras otros promocione dulces, gaseosas o cereales llenos de azúcar.
Mientras que muchos de nosotros tenemos una intuición o una investigación que nos hace dudar del azúcar, existe mucha propaganda tratando de convencernos de lo contrario. ¿Recuerdas los comerciales de “es solo maíz” que alegaban que los peligros del jarabe de maíz de alto contenido en fructosa estaban solo en nuestra cabeza y que dicho jarabe era igual a “comer fruta”?
Excepto por el pequeño detalle que el maíz no es lo mismo para nada y que el alto contenido en fructosa tiene un gran impacto en nuestro cuerpo. Todas las calorías no son iguales y eso es especialmente importante de recordar cuando se trata de azúcar.
Es cierto que las células en tu cuerpo usan “azúcar” como fuente de combustible pero funciona más eficientemente en fuentes naturales como vegetales y frutas. El azúcar del que hablo aquí es el de tipo procesado, de calorías vacías. Provee nada nutritivo ni energía sustentable… pero podría estar tomando mucho de tu cuerpo.
El azúcar en los Estados Unidos es usualmente hecho de caña de azúcar y maíz. La mayoría de los cultivos de caña de azúcar y maíz están modificados genéticamente (GMO).
Un ataque enfocado de los medios que funciona
La demografía principal de la campaña del azúcar son los jóvenes y eso me enfurece. El consumo de azúcar de los niños es 10 veces mayor que el de 1900 – es la fuente principal de sus dietas calóricas – y nada bueno sale de eso. Como madre, he visto cambiar las tendencias (no tan buenas) cuando eran niña hacia lo horrible que se han vuelto hoy en día.
Me deberías sorprender, pero no lo hace, que la población de los Estados Unidos consume un promedio de 170 libras de azúcar anualmente. Eso significa que muchas personas comen menos (como mi familia y probablemente la tuya) para que otras coman mucho más.
La manera en la que la sociedad come se muestra en nuestras estadísticas de salud. En toda nuestra historia, nunca habíamos estado tan enfermos. Casos de diabetes, enfermedad del corazón, obesidad (y obesidad infantil), desórdenes neurológicos, desórdenes de comportamiento, enfermedades autoinmunes y cáncer, todo esto está fuera de control. Considera esto:
1890: 3 de cada 100mil personas son diagnosticadas con diabetes
2012: 8000 de cada 100mil personas son diagnosticadas con diabetes
La tecnología medicinal moderna lucha para llevarle el paso a nuestra sociedad enferma pero no puedes arreglar un problema como este con una máquina o una pastilla. Esto requiere de una evaluación de lo que estamos comiendo, cuando estamos comiendo y lo que le hace a nuestra salud (al igual que un ajuste en factores importantes de nuestro estilo de vida como dormir, exposición a toxinas y estrés).
Los efectos a largo plazo de este enemigo que parece inofensivo están bien documentados. Innumerables estudios muestran los peligros del azúcar en la salud humana, pero no han hecho nada para cambiar su uso masivo en nuestro suministro de alimentos. Incluso alimentos que no necesariamente considerarías “dulces” (como pan, yogurt y avena) están llenos de azúcar.
Los antojos de azúcar tienen una base científica. En un estudio impactante en Francia, el Dr. Serge Ahmed ofreció a sus ratas una elección entre azúcar y cocaína. Ellas eligieron el azúcar (y la dopamina resultante) al igual que muchos de nosotros. Te sientes “volado”, te sientes bien, comienzas a decaer y luego vas por más azúcar para sentirte “volado” otra vez.
El vínculo entre el azúcar y el cáncer
¿Sabes quién también ama el dulce? Las células cancerígenas.
Cuando las moléculas de azúcar se unen a las proteínas de tu cuerpo, se produce la llamada glicosilación. Células como esas están presentes en grandes cantidades en la mayoría del tejido canceroso. Aunque fueron identificadas hace mucho, estos descubrimientos fueron ignorados ya que se creía que eran inofensivos. Fue solo recientemente que los científicos pudieron hacer encajar las piezas. Cambió todo lo que sabían de la conexión cáncer-azúcar.
Investigadores de la Universidad de Copenhagen confirmaron que no solo estos subproductos del azúcar están presente en tumores, también estimulan activamente su crecimiento.
La autora Catharina Steentoft dijo, “es un gran paso adelante ya que nos da un nuevo y completo entendimiento de salgo en lo que hemos trabajado para entender por muchos años. Guía nuestro campo de investigación hacia nuevos caminos para proceder en la batalla contra el cáncer.”
En palabras simples, las células cancerígenas aman el azúcar y crecen bastante cuando lo consumes.
Aquí el por qué: Cuando consumes azúcar (bueno y malo), tu cuerpo produce insulina para regular el efecto en tu sangre, metabolismo y crecimiento celular. Mientras más azúcar consumes, más insulina debe producir tu páncreas.
Eventualmente, tu cuerpo no reacciona tan efectivamente hacia la insulina por lo que tu cuerpo produce mucha más. Esto se conoce como resistencia a la insulina y es una condición que 70 millones de americanos tiene que puede eventualmente llevar a diabetes completa cuando el páncreas finalmente falle.
Las células sanas y las células cancerígenas usan la hormona insulina como combustible de crecimiento por lo que mientras más tengas, mucho más crece, se multiplica y se propaga el cáncer.
Investigadores del Centro de Cáncer de la Escuela de Medicina de Harvard descubrió que 80% de todos los cánceres mutan e imitan el efecto de la insulina. Su objetivo principal es el de la creación de un inhibidor de insulina para usar como protocolo en tratamientos de cáncer.
Esta puede ser la razón por la que las tasas de cáncer y diabetes parecer estar en crecimiento casi al mismo paso.
Investigadores de la Universidad Rey Carlos identificaron que la catenina, una proteína usada en la tasa de formación y crecimiento de células cancerígenas, depende solamente de los niveles de azúcar en la sangre.
Estos descubrimientos, publicados en Célula Molecular, fueron explicados por el miembro del equipo, la Dra. Custodia García-Jiménez. “Nos sorprendimos al descubrir que los cambios en nuestro metabolismo causado por nuestra dieta de azúcar puedan impactar nuestro riesgo de cáncer. Cambiar nuestra dieta es una de la estrategias de prevención más fáciles que puede potencialmente ahorrarnos mucho sufrimiento y dinero.”
No existe duda que estamos consumiendo mucha azúcar en nuestras dietas. Necesitamos bajarnos de esta ruleta que sube y baja de azúcar para siempre.
Expertos estiman que más de la mitad de los cánceres diagnosticados en el mundo son prevenibles. Removiendo la azúcar refinada de nuestro plan alimenticio diario es un excelente paso en la dirección correcta.
Existen nuevas maneras en la que los expertos luchan con el cáncer en 26 países alrededor del mundo y algunos métodos increíbles están siendo usados que son virtualmente desconocidos en los Estados Unidos.