La escoliosis es una condición común donde hay una curvatura prominente en la columna vertebral. La escoliosis afecta al 3,5% de la población, con mayor prevalencia en las mujeres, en una relación de 4:1. Aunque puede ser causada por una anormalidad ósea presente al momento de nacer o por una lesión traumática, la ciencia es incapaz de determinar el origen exacto de la enfermedad en numerosos casos.
El tratamiento estándar es generalmente una faja o corsé de corrección espinal, dependiendo de la edad de la persona afectada, o si se ha realizado cirugía. Sin importar que ruta se elija, muchos estudios han demostrado que hay un componente esencial para curar esta condición: el ejercicio.
De esta forma una abuela tomó su salud en sus propias manos y fue curada milagrosamente de su columna vertebral curvada.
El camino de Anna Pesce con el yoga
Anna Pesce había sufrido de su condición de espalda durante mucho tiempo, pero a la edad de ochenta y seis años, esta enfermedad la limitó a una silla de ruedas. Su salud tocó fondo cuando ella se fue de viaje a Wagener, Carolina del Sur, a visitar a su familia en 2014. Su espalda le producía mucho dolor y sufrió durante todas sus vacaciones en lugar de disfrutar de la compañía de sus seres queridos.
“Tenía este terrible dolor aumentando en mi espalda”, dice Pesce. “Tuve que ser cargada por las escaleras y puesta en una silla de ruedas por el resto de mi estadía”.
Aunque el desarrollo de la escoliosis ocurrió lentamente, finalmente la había atrapado. Pero Pesce se negó a aceptar su dolorosa condición como destino.
“Probé todo: acupuntura, un fisioterapeuta y ver un quiropráctico”, explica Anna. “Te sientes bien temporariamente, pero estarás dolorido nuevamente en poco tiempo”.
Llegada a ese punto, la hija de Anna Pesce tuvo una idea para aliviar el sufrimiento de su madre, y le presentó a Rachel Jesian, una instructora certificada en yoga y especialista en espalda. Las dos empezaron a trabajar en estiramientos y posturas restauradoras. Pesce disfrutaba el proceso y daba todo de sí misma. Después de un mes, ella fue capaz de caminar de nuevo.
“Después de dos meses, otro gran hito fue que Anna sabía qué posturas realizar siempre que los dolores habituales surgieran”, dice Jesien. “Por ejemplo, si estaba teniendo dolor de cadera, ella se sentaría en una silla y haría una postura de tobillo a rodilla”.
Rachel Jesian había descubierto el yoga para la recuperación de la espalda después de sus propias dificultades con la escoliosis. Un terapeuta masajista le hizo esta recomendación después de una serie de tratamientos inútiles.
“Tuve que usar un corsé de espalda durante cinco años e iba al fisioterapeuta cada semana, pero esta fue la única cosa que funcionó”, dice Jesien.
Desde que Pesce y Jesien comenzaron su camino, los milagros siguieron.
El poder del yoga
Numerosos estudios han probado los increíbles efectos del yoga en el bienestar de las personas. Ha sido demostrado que previene/cura:
- Hipertensión
- Enfermedad arterial coronaria
- Obesidad
- Debilidad muscular
- Diabetes tipo 2
- Enfermedad cardíaca
- Estrés
- Ansiedad
- Depresión
- Fatiga
- Cáncer
- Insomnio
Es hora de que los doctores desenrollen esterillas de yoga cuando un paciente va a su consultorio con una condición crónica, en lugar de ofrecer drogas y tratamientos que puede que nunca funcionen y que producen numerosos efectos adversos.