El juego de nombres: trucos en las etiquetas que ocultan el aspartamo y sus peligros ocultos

0Azucar

“¿Qué hay en un nombre? Eso que llamamos rosa tendría la misma fragancia con cualquier otro nombre.” – Romeo y Julieta, William Shakespeare.

La rosa de la que habla Julieta es el apellido Montesco, el cual Romeo simbólicamente rechaza en rebeldía ante su padre. Poniendo de lado la poesía, es menos cursi cuando se manipulan las palabras para ocultar la presencia de aditivos en los alimentos. Por ejemplo, los endulzantes artificiales. El aspartame así venga con otro nombre es igual de dulce, pero potencialmente igual de tóxico, aunque sea llamado NutraSweet, Equal, o el último apodo de fabricantes: AminoSweet.

Tal como sugiere el nombre “AminoSweet”, el aspartamo es un endulzante no sacárido derivado de aminoácidos. Específicamente, es el metil éster del ácido aspártico y el dipéptido de la fenilalanina, una molécula que consiste de 2 aminoácidos enlazados or un solo enlace de péptido. La fenilalanina es un aminoácido esencial y un precursor de la tirosina, una molécula señal que estimula la síntesis del pigmento de la piel melanina y ciertos neurotransmisores, como la dopamina. El aspartamo fue introducido en Europa hace más de 25 años conocido como E951, y fue aprobado para su uso en los Estados Unidos por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) en 1981. Poco después, los investigadores empezaron a encontrar evidencias de que el aspartamo era un posible agente cancerígeno. Es decir, la controversia sobre la seguridad del consumo de esta sustancia nació y ha persistido hasta hoy.

Antes de que sigas leyendo, te dejo este video muy interesante!

La historia agridulce

En julio de 2005, la Fundación Ramazzini Europea de Oncología y Ciencias Ambientales (ERF) publicó un estudio de carcinogenicidad en el que los investigadores concluyeron que el aspartame causa cáncer, en específico linfomas y leucemias en ratas de cualquier género. En Abril de 2007, la FDA realizó una declaración anunciando que la agencia no encontró suficiente evidencia para respaldar la conclusión de la ERF. Además, la FDA mantuvo su posición al afirmar que el aspartame era seguro.

El Instituto Nacional de Cáncer (NCI) señala que un reporte de 1996 que mostraba un incremento en la incidencia de tumores cerebrales entre 1975 y 1992 correlacionó estas estadísticas con la introducción del aspartamo en los Estados Unidos. Más adelante, en 2005 un estudio de laboratorio en el que se alimentaron ratas con dosis altas de bebidas de dieta endulzadas con aspartamo sugirió una vez más un vínculo con un incremento de los linfomas y leucemias. Sin embargo, el NCI también señala problemas con el diseño de los estudios e inconsistencias al extrapolar los resultados estadísticos. Por ejemplo, las ratas en el estudio del año 2005 eran expuestas a cantidades imposibles del endulzante, en algunos casos lo equivalente a beber más de 2000 latas de soda en un día. Y según el NCI, aunque el reporte de 1996 estaba en lo correcto con el incremento en la tasa de cánceres durante el periodo estudiado, el aumento inició 8 años antes de que el aspartamo fuera aprobado por la FDA y ocurrió más frecuentemente en personas mayores de 70 años, quienes típicamente tienen menor exposición a este agente

Endulza, revuelve y repite

¿Qué significa toda esta algarabía científica para ti? Primero, significa que nadie está seguro si el aspartamo (u otros endulzantes artificiales) causa cáncer o no. Sin embargo, hay un punto de vista que no puede escaparse del sentido común. Si existen siquiera dudas de su toxicidad, ¿por qué usar esa sustancia? (1)

Algo que tenemos seguro es que hay personas que tienen sensibilidad al aspartamo (incluyendo el escritor). Hasta la FDA admite que niveles excesivos de ácido aspártico en el cuerpo pueden producir migrañas, ataques de asma, ansiedad, depresión y otras reacciones. Además, ya que este aminoácido perjudica la absorción de glucosa en el cerebro, puede causar agotamiento y pérdida de memoria. Según Joseph M. Mercola, DO, el fabricante del aspartamo fue alertado por los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en 1971 sobre el hecho de que el ácido aspártico produce agujeros en los cerebros de ratones. En respuesta, el fabricante. G.D. Searle, comenzó a buscar una droga farmacéutica para contrarrestar la pérdida de memoria por el daño de los aminoácidos, aunque esto ocurrió más de una década después.

El aspartamo también es conocido por ser peligroso para la gente con fenilcetonuria (PKU), un trastorno genético poco frecuente en el que el cuerpo no puede metabolizar la fenilalanina, uno de los aminoácidos que compone el aspartamo. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, la acumulación de fenilalanina en el torrente sanguíneo bloquea el paso de otros químicos importantes al cerebro. En los niños, puede causar un problema de desarrollo en el cerebro. Esto también puede explicar la asociación persistente del aspartamo y la pérdida de memoria, convulsiones, Alzheimer y Parkinson en adultos.

El azúcar, obtenida en fuentes naturales como remolachas y caña, es el producto original. El azúcar en su estado más natural es también conocida como azúcar en bruto. La miel es otro endulzante natural, aunque no debería ser administrado en niños menores de 1 año porque pueden estar presentes esporas de botulina, que aumentan el riesgo de botulismo infantil.

Si te preocupa la diabetes, la madre naturaleza produce una planta llamada Stevia, cuya hoja produce una sustancia endulzante que es 150 o 300 veces más dulce que el azúcar de caña, pero no afecta los niveles de insulina. Como ventaja adicional, no tiene calorías.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.