Si conoces a alguien que compra leche de almendras, dile que se detenga inmediatamente – aquí esta porque

Las almendras son crujientes, dulces y nada se asemeja a su sabor. Son una fuente fantástica de nutrientes y aportan numerosos beneficios para la salud.

Contienen alrededor de 21 gramos de proteínas y 8.8 gramos de fibra cada 100 gramos, razón por la cual las almendras son un refrigerio grandioso para mantenerte energizado y saciado a lo largo del día. Incluso pueden reducir tu colesterol y te ayudan a mejorar la circulación por todo el cuerpo.

Sin embargo, hay una parte negativa en el mundo de las almendras. Muchas compañías ahora están produciendo leche de almendras ya que “el incremento en el consumo de productos en las últimas décadas está relacionado a la tendencia de los consumidores a buscar alimentos saludables”. No obstante, lo que se esconde dentro de esta forma de leche te impactará.

 

Azúcares en exceso

La leche de almendras contiene muchos aditivos, aunque la leche de almendras no tiene azúcar de forma natural, pero la mayoría de los fabricantes le añaden azúcar durante el proceso para mejorar su sabor. Puede que tenga un sabor delicioso, pero los azúcares agregados sumarán a tu dosis diaria.

De acuerdo a la Asociación Americana del Corazón, los hombres deberían consumir 37.5 gramos de azúcar (o menos) al día y las mujeres deberían ingerir 25 gramos. Entonces, puede resultar sorprendente escuchar que la leche de almendras contenga 7 gramos de azúcar por porción de una taza. Eso es un tercio de tu azúcar diario, si eres mujer, en apenas una porción. Así que ya podrías estar consumiendo una parte importante de tu cantidad diaria recomendada de azúcar en tu desayuno.

 

¿Debería ser llamada leche de ‘almendras’?

En la marca inglesa Alpro, los investigadores hallaron que una caja entera contiene solo un 2% de almendras. Se ha dicho que este porcentaje no se limita a los productos de Reino Unido y es el estándar para la leche de almendras producida comercialmente. Entonces, tendrías que beber la caja entera para obtener los mismos beneficios que podría brindarte un puñado de almendras. Pero beber esta cantidad de leche de almendras comercial implicaría consumir dosis elevadas de aditivos y carragenanos (ingrediente espesante).

 

Contaminada por carragenanos

Los carragenanos son recursos espesantes que son extraídos de ciertos tipos de algas rojas. A pesar de ser sustancias naturales, muchos profesionales de la salud han constatado que los carragenanos pueden causar inflamación, lo cual puede conducir a desarrollar enfermedad cardíaca.

 

¿Toda la leche de almendras comprada es mala?

Sí y no. La leche de almendras comprada nunca tendrá tantos nutrientes o tantas almendras como la leche de almendras preparada naturalmente en tu hogar.

Sin embargo, si tienes que comprarla, definitivamente existen algunas opciones que son mejores que otras. La clave es ser un consumidor informado. Lee las etiquetas con atención. Por ejemplo, algunas marcas que ofrecen una variedad sin azúcar de leche de almendras, en realidad la endulzan con azúcar de caña o azúcar de caña deshidratada, lo cual sigue siendo azúcar.

Esto es lo que debes observar al momento de comprar leche de almendras:

  • Evita los carragenanos
  • Evita el azúcar añadido (incluyendo el azúcar de caña)
  • Evita los “sabores naturales” cuando sea posible
  • Compra leche de almendras 100% orgánica
  • Compra leche de almendras sin azúcar

Si no puedes encontrar una marca en tu tienda local de comestibles que sea verdaderamente natural, la mejor opción será siempre preparar tu propia leche de almendras en tu hogar.

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