Top 10 hechos clave de una autoestima baja

Si sufres de autoestima baja, o te han dicho que lo haces, o tratas con personas que tienen una mala opinión de sí mismas, por favor lee todo el texto. Existen algunos mitos al respecto que pueden bloquear tu progreso cuando se trata de alcanzar una buena autoestima.

La baja autoestima es un problema que nos ha afectado a todos alguna vez en nuestra vida. Es normal y parte de ser humanos. El problema llega cuando la baja autoestima se vuelve una forma natural de vivir y comienza a afectar todos los aspectos de nuestra vida diaria. Vivir con baja autoestima permanente puede y, de hecho, lleva a las personas a dejar de perseguir sus sueños y a permitir que otras pasen por encima de ellas sin consideración alguna.

1.- Las personas malas no necesariamente tienen mala autoestima

En primer lugar, las personas con baja autoestima, una imagen pobre de sí mismas y poca confianza, han sido insensiblemente vinculadas con los bullies, los narcisistas, los criminales e incluso con los abusadores infantiles, pero esta idea preconcebida no es tan cierta como parece.

La suposición general era que las personas les hacían cosas malas a los demás porque ellas mismas tenían baja autoestima. Pero si alguna vez te has preguntado: «¿tengo baja autoestima?», sabrías que si eso fuera cierto todos estaríamos haciéndole cosas malas a los demás en algún punto. Así que si tienes baja autoestima, definitivamente no tienes por qué ser encasillado como un potencial bully o abusador.

Las investigaciones hasta ahora señalan que las personas con verdaderamente baja autoestima tienden a tratarse mal a sí mismas y no a otras personas. Tratar de evitar que las personas que abusan de los demás dejen de hacerlo por medio de elevar su autoestima, equivale a tratar de que una persona obesa baje de peso comiendo pastel.

En los años ochenta existió un movimiento para elevar la autoestima de los estudiantes en las escuelas, pues se creía que eso llevaría a los bullies a dejar de serlo y que ayudaría a prevenir los actos criminales en la sociedad del futuro. Pero los análisis de los resultados muestran claramente que estos programas no disminuyeron el nivel de abuso al cual algunos niños sometían a sus compañeros. De allí se dedujo que no era la falta de autoestima la que estaba provocando el problema.

Concentrarse artificialmente en elevar la autoestima de una población estudiantil tampoco aumenta su rendimiento académico. Es más, programas orientados a elevar la autoestima de estudiantes mediocres o problemáticos pueden terminar dañando la autoestima de los niños que de verdad tienen un problema de autoestima.

Como podemos ver, la baja autoestima no es la responsable absoluta de todos los problemas de las personas. Por otra parte, quizá deberíamos cambiar un poco nuestra idea de que no es posible tener demasiada autoestima.

2.- Autoestima demasiado elevada vinculada a la criminalidad

Ahora sabemos que la autoestima excesivamente alta o “trastorno de autoestima elevada” por lo general causa más problemas que la baja autoestima. Esto no es meramente una forma disfrazada de baja autoestima, como se suele pensar. Por tanto, si eres víctima de un bully, puedes estar seguro de que no tienes por qué compadecerte de él.

Cientos de investigaciones confiables ahora nos muestran que las personas abusivas, al igual que muchos criminales, son más propensas a sufrir de una poco realista y excesiva autoestima, así como problemas para controlar sus impulsos, que de baja autoestima. Es más probable que una exagerada sensación de tener derecho sobre las situaciones y sobre otras personas las lleven a la frustración y a la agresión. Incluso a presentar conductas francamente antisociales o criminales.

Si la autoestima demasiado baja puede ser un problema, sin duda también puede serlo cuando es excesivamente elevada. De hecho, ahora parece bastante simplista la noción de que solamente la “baja autoestima” puede explicar la mayor parte de los problemas de la conducta humana.

Así que, ¿cuáles son los síntomas de una verdadera baja autoestima?

3.- Características de la verdadera baja autoestima

  1. Aislamiento social
  2. Ansiedad y agitación emocional
  3. Falta de habilidades sociales y autoconfianza
  4. Depresión y picos anímicos de tristeza
  5. Desórdenes alimenticios
  6. Incapacidad de aceptar cumplidos
  7. Incapacidad de verte a ti mismo con objetividad
  8. Énfasis constante en lo negativo
  9. Preocupación exagerada por lo que otras personas puedan pensar
  10. Negligencia hacia ti mismo
  11. Tratarte mal a ti mismo pero no a otras personas
  12. Preocuparte excesivamente por no tratar mal a los demás
  13. Miedo a aceptar desafíos
  14. Incapacidad de ponerte a ti mismo antes que otra cosa
  15. Incapacidad de confiar en tus propias opiniones
  16. Esperar muy poco de la vida

Entonces, ¿qué causa la mala autoestima?

4.-El abuso infantil incrementa el riesgo de padecer baja autoestima

Las personas que recibieron abuso físico o sexual en su infancia son más propensas a sufrir baja autoestima cuando son adultas. Han aprendido que tienen poco valor por sí mismas o que los demás las tratan sólo como objetos. Sus cerebros han sido “lavados” por las críticas constantes y el abuso, por tanto les es difícil entender que otras personas fueron malas, lo cual no es su culpa, ni lo causaron ellos.

Cuando las personas comienzan a cuestionarse este condicionamiento puede emerger un sentido personal más saludable y objetivo. Este proceso emocional es complejo y se parece bastante al que deben someterse quienes desean liberarse del lavado de cerebro de un culto. Existen otras formas de abuso y, de hecho, un historial de críticas constantes o de ser comparado desfavorablemente todo el tiempo puede acarrear una baja autoestima.

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El abuso anterior puede llevar a un desorden de estrés postraumático que mantiene a perpetuidad la sensación de daño y de falta de valía. Una vez que los recuerdos traumáticos se afrontan con efectividad, la mente se vuelve más clara y admite un mejor nivel de autoestima.

Así que el condicionamiento en la infancia definitivamente puede provocar baja autoestima en los adultos. Pero, ¿por qué los intentos de elevar la autoestima de los niños no están previniendo el aumento de la depresión y de la baja autoestima?

5.- No puedes solucionarlo de forma superficial

La campaña de los años ochenta por elevar la baja autoestima de los estudiantes salió bastante mal. ¿Por qué? Porque estaba basada en la idea de que la baja autoestima puede tratarse con un bombardeo de “mensajes positivos”. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que las afirmaciones positivas pueden de hecho empeorar el humor de las personas que tienen baja autoestima.

Parece que este tipo de pensamiento positivo se está usando como un instrumento embotador que de manera repetitiva intenta lavar el cerebro de las personas para que se sientan mejor sobre sí mismas, pero en realidad es una aproximación demasiado superficial.

Decirle a las personas que son grandiosas o maravillosas, cuando todos sus pensamientos sobre sí mismas son negativos, no va a funcionar. Imagina que verdaderamente te detestas y te encuentras con alguien que te dice que eres maravilloso… pero le dice lo mismo a todo el mundo.

De hecho, las personas con baja autoestima pueden molestarse cuando se topan con una opinión contraria. La autoestima saludable necesita emerger sutilmente, no como un resultado espontáneo de escuchar una y otra vez que eres “especial” o “fantástico”.

Paradójicamente, ser “demasiado amable” con alguien que tiene muy baja autoestima puede alejar a esa persona. La gente necesita desarrollar su autoestima de manera gradual, a partir de “pruebas” en el mundo real. El simple hecho de que alguien que no te conoce muy bien te repita una y otra vez que eres increíble, no va a hacer ninguna diferencia real en tus niveles de autoestima.

Cuando somos demasiado emocionales nuestra percepción se distorsiona. En cuanto las personas se relajan un poco sobre la idea que tienen de sí mismas, la autoestima puede emerger como una isla en medio del océano al disiparse las brumas.

¿Qué más necesitan las personas con baja autoestima?

6.- Un poco de incertidumbre puede ayudar

Contrario a la opinión popular, las personas con baja autoestima tienden a ser muy seguras de sí mismas. Ese es justamente el problema, el cual se manifiesta en su convicción de que son poco valiosas o inadecuadas. Como seguramente sabrás, si alguna vez has intentado debatir con una persona que constantemente se “tira al suelo”, es muy difícil hacerlas cambiar de opinión.

Cuando una persona con autoestima baja comienza a estar un poco menos segura de la opinión que tiene de sí misma, puede comenzar a ver todas las evidencias de su propia valía y tener una autoimagen un poco más saludable. Al principio, el «patito feo” estaba muy convencido de su fealdad. Luego comenzó a darse cuenta de que en realidad se estaba convirtiendo en un hermoso cisne.

La buena autoestima es en realidad un subproducto de vivir de manera saludable. Así que en lugar de intentar aumentarla directamente, es mejor ayudar a las personas a enfocarse en actividades a partir de las cuales pueden mejorar su opinión de sí mismas.

7.- Construir la autoestima en bases sólidas

Para que cualquier persona sea psicológica y físicamente saludable, sus necesidades humanas básicas deben estar resueltas. Tener claridad acerca de lo que necesitas y hacer esfuerzos para alcanzar esas metas de manera constructiva, te llevará a desarrollar de forma natural una buena autoestima como un subproducto de tu bienestar.

Aquí hay una lista de las necesidades humanas básicas a las que nos referimos:

  1. Necesidad de dar y recibir atención
  2. Necesidad de cuidar tu cuerpo
  3. Necesidad de significado, propósitos y metas.
  4. Necesidad de una conexión con algo más grande que nosotros mismos.
  5. Necesidad de creatividad y estimulación
  6. Necesidad de intimidad y conexión con otros
  7. Necesidad de una sensación de control
  8. Necesidad de un sentimiento de estatus y reconocimiento por parte de los demás.
  9. Necesidad de un sentimiento de seguridad

Claro, es de esperar que una que otra vez, algunas de estas necesidades no estén cubiertas al 100% en tu vida, pero eso no tiene por qué tener grandes consecuencias, una vez que logras recuperar el equilibrio. Sin embargo, si las dejas sin resolver, a largo plazo pueden surgir problemas.

Otra cosa necesaria para que la baja autoestima desaparezca es la capacidad de concentrarte en tu propia vida emocional y detectar cuáles son tus ideas irreales y preconcebidas.

8.- Los placeres saludables son vitales

Cuando tienes un nivel saludable de autoestima (o sea, que ni te odias ni tampoco eres un narcisista enamorado de ti mismo) entonces encuentras más sencillo olvidarte de ti. Es decir, sólo piensas en tu tobillo cuando te duele o cuando estás obsesivamente orgulloso de él. De otra manera, sabes que el tobillo no necesita tu atención para funcionar. Lo mismo sucede con la autoestima. Por eso, todos debemos dedicarnos a hacer actividades que disfrutemos y que nos permitan olvidarnos de todo lo demás.

Como dato interesante, podemos darnos una idea de la salud mental y hasta física de una persona simplemente fijándonos en cómo se refiere a sí misma a lo largo de una conversación. Mientras más saludable sea, utilizará menos la palabra “yo”,  de la misma forma que cuando ya no te duele una rodilla no necesitas seguirla sobando más. Las personas deberían estar más motivadas a centrar su atención fuera de sí mismas y eso sólo se logra cuando las necesidades emocionales básicas están cubiertas.

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Amplificamos algunas partes de nuestra experiencia y minimizamos otras. Pero si nuestra tendencia habitual es resaltar lo malo y además vincularlo con nuestra percepción de nosotros mismos, desarrollaremos con toda seguridad una baja autoestima.

9.- Incapacidad de reconocer el éxito

La baja autoestima requiere una actitud muy particular hacia el éxito. Siempre que tengas éxito en algo, puedes achacarlo a tu esfuerzo, a la casualidad, a la suerte o a la injerencia de alguien más. Para obtener una visión más realista de ti, necesitas reconocer adecuadamente tus propias victorias.

Esto implica la capacidad de convertir el éxito real en parte de tu percepción de ti mismo. La otra parte de la moneda es la capacidad de percibir los fracasos como fallas temporales y no como manifestaciones inamovibles de tu identidad. Cuando dejas de poner en duda las cosas que van bien y de magnificar las que no, eres menos propenso a sufrir de depresión o de baja autoestima. Como conclusión: es necesario tener un equilibrio saludable entre el desarrollo de habilidades prácticas y la objetividad con uno mismo.

10.- No, no se trata sólo de pensamiento positivo

El pensamiento positivo puede ser útil en cuanto a que te desafía a formarte una visión diferente de las cosas. Sin embargo, la mayoría de las veces simplemente toma la forma de hablar sin sentido contigo mismo sobre cosas que realmente no estás sintiendo.

La mala autoestima puede llevarnos a compararnos constante y negativamente con otras personas. Conforme la autoestima sube hasta un nivel saludable, encuentras que haces esto cada vez menos. Compararse con los demás suele ser señal de baja autoestima. Por el contrario, comparar nuestra situación actual con las metas a las que nos gustaría llegar, es signo de una autoestima saludable.

Para cambiar tu autoimagen y mejorar tu autoestima, necesitas obtener una opinión alternativa a la que actualmente tienes de ti mismo, pero a partir de la experiencia, en lugar de repetir una y otra vez palabras en las que en realidad no crees.

 

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